A veces solo pensamos en hacerle fotos a nuestros hijos cuando son bebés o recién nacidos. ¿No te gustaría tener fotos de tus peques cuando corren sin parar creyendo estar en una maratón, o cuando se les han caído sus primeros dientes, o cuando son ellos los que se encargan de elegir su vestuario, o tener fotografías de esa tarde de pic-nic o de playa con tu pareja? En fin, creemos que cualquier momento es el adecuado para fotografiarse en familia.
En estos reportajes nos centramos en la complicidad entre la pareja, hijos, padres y más. Buscamos un ambiente muy cómodo para todos, evitar en lo posible todo tipo de posados, que os olvidéis de nosotras y las cámaras, que saquéis vuestra personalidad, y que os mostréis tal cual sois.
Nosotras nos aseguraremos de hacer una sesión fotográfica divertida y espontánea, capturando momentos tiernos y emotivos, para que cada vez que volváis a ver las fotos, se os dibuje una sonrisa o soltéis una carcajada recordando ese día.
Si hay pequeños en casa, mucho más enriquecedora la sesión. Procuramos dedicarles un tiempo especial a ellos... ¿por qué? Porque son nuestros preferidos, claro :)
Las sesiones de fotos familiares suelen durar unas 2 horas aproximadamente, y por supuesto, podéis hacer lo que queráis en ese tiempo. O quizás os guste más la idea de hacer una sesión tipo documental, que suele durar una mañana o una tarde completa, en casa y/o en exterior. El objetivo de este tipo de sesiones, aparte de pasarlo lindo, es inmortalizar un día especial, capturar detalles cotidianos, como preparar la bañera de los peques, desayunar en la terracita de casa, jugar en la habitación antes de ir al parque o la playa, etc. Las dos tienen su encanto, es cuestión de gustos.
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